Los fotógrafos que aman SBK®: Graeme Brown
Los profesionales de la cámara que cubren el Campeonato abren su archivo para mostrarnos una foto especial
El fotógrafo: Graeme Brown
“Mi padre tenía un amigo que era dueño de un concesionario de Opel y patrocinaban un equipo de rally. Tengo fotografías mías sentado en un coche de rally de cuando tenía 5 o 6 años. De ahí viene mi pasión por los deportes de motor” cuenta Graeme Brown. La afición por la fotografía llegó más adelante, y empezó a desarrollarla de adolescente como un "guerrero de fin de semana", como dicen en el Reino Unido, cubriendo eventos en circuitos y competiciones de rally. De ahí pasó a los primeros trabajos profesionales, entre ellos con Castrol HondaUK, de cuya mano entró en el Campeonato del Mundo de Superbike, que sigue a tiempo completo desde la temporada 2000.
Aunque ha establecido una asociación profesional con los equipos vinculados a la marca del ala dorada, Brown ha trabajado también con otras marcas, como Yamaha y Kawasaki. “Cada trabajo tiene sus altibajos, hay días en los que no disfrutas particularmente de tu trabajo, pero debes recordar que viajas por el mundo tomando fotografías de carreras de motos. ¡No puede haber muchos trabajos que sean mejores que esto!”
La foto: Viernes, parabólica de Monza, ángulo cenital
“La imagen que os propongo está capturada en la Parabólica de Monza. Es del año 2000 y vemos a Aaron Slight, que corría con Castrol Honda. Hay una plataforma sobre la pista, es algo completamente único, no hay otro lugar en cualquier otro circuito donde puedas ver las motos desde arriba, ya que literalmente pasan debajo de ti. Me gusta la imagen por la ubicación y la posición, pero también porque la luz del sol crea una sombra muy fuerte. Si vas temprano por la mañana, en la primera sesión libre, obtienes una sombra muy potente en la pista. Cada vez que WorldSBK corría en Monza, yo iba el viernes por la mañana y recreaba esta imagen con el nuevo grupo de pilotos. Si miras mi archivo, encontrarás cada año esta misma imagen hasta 2013, la última vez que corrimos allí. En años posteriores pintaron los pianos de rojo, blanco y verde, de modo que tienes el tricolor italiano que te dice que estás en Italia, en Monza. Como digo, es un sitio único, no hay otro lugar donde puedas obtener una imagen como esta. Hay pistas donde vas y haces las mismas fotos cada año. Pero ésta siempre fue la primera en la agenda, cuando iba a Monza. El viernes por la mañana, sabía exactamente dónde iba a ir y qué iba a hacer”.
